viernes, 3 de enero de 2014

Sobran las palabras

Lo que empieza a sobrar en las comedias románticas norteamericanas es el abuso de los clichés: Chico conoce chica, se tantean, se gustan, salen hasta que uno de ellos comete un error, rompen, se reconcilian, fin.

La película que cierra la carrera de James Gandolfini es una comedia amable sobre las relaciones entre divorciados. Tiene un buen reparto, algunas ideas interesantes y un desarrollo grato aunque reiterativo. Que la pareja sea de mediana edad no la hace más original ni novedosa.

Pero su principal problema es que la protagonista encarnada por Julia Louis Dreyfus se equivoca de forma  poco creíble en lo esencial y todo el mundo lo tiene claro menos ella. Esto lastra la historia en pantalla de forma irremediable, porque el humor no lo compensa suficientemente, es demasiado escaso y ligero.

James, por descontado, demuestra su capacidad para construir un personaje atractivo con apenas nada. Era un actor de presencia, en todos los sentidos. Cuando él  aparece, sí que sobran las palabras.


No hay comentarios:

Publicar un comentario