jueves, 11 de junio de 2009

SIETE MINUTOS. Optimismo antes del calor


Ésta es una de las películas que concurrió al Festival de Málaga y que, como escribí entonces, se agradeció por su planteamiento ligero y su simpatía frente a otras propuestas más ambiciosas, pero tirando a antipáticas (especialmente cuando las pretensiones no llegaban a cumplirse).

En cualquier caso, la simpatía es la base de esta propuesta no muy original pero sí confortable, para antes de los arrasadores títulos veraniegos del otro lado del charco. Porque hay comedias de mucha risa y comedias de sonrisa, y 7 minutos es una película más simpática que divertida, aunque cuenta con algunos momentos de comicidad bien logrados. Mejor cuanto menos se acercan a la parodia, que cuando irrumpe desluce claramente la función.

El reparto es su mejor arma, porque todos son solventes y atractivos, aunque brillan más cuanto más realista es su personaje: quien se anime a verla comprobará que Luis Callejo y, en especial, Toni Acosta están perfectos.

En fin, que 7 minutos no descubre nada nuevo, como tampoco lo hacen la mayoría de comedias sentimentales norteamericanas, pero deja un sabor de boca infrecuente. El de la historia ya contada, pero bien contada.

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